En el último número de la revista Mi Pediatra publicó mi columna de Dermatologia Pediátrica, que en esta ocasión trató de las verrugas virales en los niños. A continuación os resumo las curiosidades y detalles que vale la pena conocer.
¿Qué es una verruga viral?
La verruga viral es una infección de la piel que es
producida por el virus del papiloma humano. Existen más de 100 tipos de
variantes diferentes del virus, algunas de las cuáles muestran mayor afinidad
por determinadas regiones cutáneas. Esto significa que cuando un niño tiene una
verruga en las manos, es muy complicado que desarrolle nuevas verrugas en
sitios distintos a éstas. De la misma forma, ocurre con la cara o los pies.
¿Es frecuente este problema en los niños?
Las verrugas son una de las enfermedades más frecuentes
en los niños. De hecho, su incidencia más elevada se produce durante la edad
escolar, alcanzando un pico de frecuencia entre los 12 y los 16 años de edad.
Es en ese momento cuando la frecuencia empieza a decaer, siendo mucho menos
frecuentes a partir de los 18 años.
¿Cómo son las verrugas virales?
Las verrugas virales se ven en la piel de diferentes
formas. Cuando afectan al dorso de las manos o al tronco, se denominan
“verrugas vulgares”
Éstas son pápulas firmes de superficie rugosa,
de tamaño entre 1 mm y varios centímetros, que por la confluencia pueden formar
grandes masas. No son infrecuentes verrugas múltiples de este tipo alrededor de
las uñas en quienes se las muerden.
Las verrugas plantares, o “clavos plantares”, se
manifiestan como pequeñas pápulas que se van transformando en lesiones
redondeadas, duras al tacto, y que característicamente duelen al ser apretadas
desde los márgenes laterales. Estas lesiones se localizan
habitualmente en puntos de apoyo, como el talón.
Las verrugas planas consisten en pequeñas pápulas lisas,
ligeramente elevadas, del color de la piel normal o grisáceas. Son redondeadas
o poligonales de 1 a 5 mm y predominan en la cara y en el dorso de manos y
pies.
Las verrugas filiformes aparecen sobretodo en la cara de
los niños en forma de pequeñas elevaciones finas a modo de cordones que acaban
en un extremo rugoso blanquecino.
¿Se contagian las verrugas?
Las verrugas se contagian, dado que son producido por un
virus. Éstas se contagian con mayor facilidad cuando el niño/a se las rasca o
se las muerde, ya que el virus no se encuentra en la superficie de la lesión,
sino en su interior.
Los factores que favorecen el contagio con el virus que
produce la verruga incluyen: que el niño/a tenga dermatitis atópica o alguna
enfermedad que le baje las defensas frente a infecciones; que el niño/a tenga
una piel extremadamente seca, fenómeno que se produce en los inviernos o por
uso de piscinas cargadas de cloro. En estos casos, una hidratación abundante
puede prevenir el contagio.
¿Las verrugas pueden desaparecer por sí solas?
La evolución de las verrugas es imprevisible. La
desaparición espontánea de las mismas ocurre en hasta un 50% de los casos en 2
a 5 años.
¿Cuál es el tratamiento de las verrugas de mi hijo?
En el tratamiento de las verrugas los padres deben de
saber que las lesiones, como he comentado previamente, pueden desaparecer
espontáneamente sin dejar cicatrices, y que todos los tratamientos que existen
actualmente tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Además, hay que saber que
a pesar del método que se elija para el tratamiento de las lesiones, lo más
frecuente es que hasta los 18 años de vida puedan reaparecer verrugas
previamente tratadas y pueden emerger nuevas lesiones.
Si se decide el tratamiento, los padres deben de saber
que existen numerosas terapias de aplicación tópica o quirúrgica.
Uno de los tratamientos más clásicos, efectivos y menos
molestos para los niños es el uso de soluciones que contienen ácido salicílico
a concentraciones del 12 al 26%, combinados con ácido láctico en solución, o
bien el uso de vaselina salicílica al 20-40%. Los padres deben de ser
constantes con esta solución, de venta en farmacias, de forma que han de
aplicarlo todas las noches sobre la verruga. Este es uno de los tratamientos más efectivos, que consiguen
curar el 85% de las verrugas en 1 a 3 meses, siempre y cuando los padres sean
constantes con la aplicación diaria de la solución. Una de las pistas que deben
hacer pensar a los padres que están haciendo las cosas bien es observar un
aspecto macerado similar a la figura 5 a las 3 semanas de tratamiento.
En el caso de las verrugas planas (figura 3), el
tratamiento más adecuado es el uso de ácido retinoico a concentraciones de
0.025 a 0.05%. Este producto, muy cómodo ya que no molesta al niño/a, debe de
ser aplicado de forma constante hasta la desaparición de las mismas.
En el caso de que este tratamiento no sea suficiente para
curar la verruga, la intervención del especialista en Dermatología será
necesaria para la realización de una terapia más potente. Ésta sería la
criocirugía, conocida vulgarmente como crioterapia. En ésta se emplea nitrógeno
líquido, que se encuentra a temperaturas de -196ºC (nada tiene que ver con
productor comercializados en farmacia, que alcanzar temperaturas de hasta -80ºC
y que no resultan efectivas), para producir una quemadura por frío de la
verruga.(figura 6, verruga tras aplicación de nitrógeno líquido) Habitualmente se requiere de una media
de 1 a 3 sesiones de crioterapia separadas por intervalos de 1 mes para
conseguir eliminar el 95% de las verrugas. El principal problema es que la
aplicación del nitrógeno es dolorosa, y puede durar de minutos a horas tras la
realización de la técnica. Tras unas horas de aplicación del frío, es normal
que la verruga adquiera un color negro-morado, y en determinadas situaciones
puede aparecer incluso una ampolla La aplicación tras la crioterapia de
soluciones de yodo o clorhexidina hasta la resolución de la inflamación
permitirá una curación total de la quemadura por frío y evitará complicaciones.
. En estos casos, los padres deben de pinchar la ampolla con una aguja estéril
sin recortar la cápsula, para evitar infecciones posteriores.
Otro de los tratamientos realizados por los dermatólogos
es la extirpación de la verruga,
bien mediante una hoja de bisturí, bien mediante el uso de láseres de CO2.
En casos muy recurrentes, el uso de láser vascular de colorante pulsado, la
bleomicina intralesional, y el uso de cidofovir tópico, la terapia fotodinámica
o el imiquimod son otras de las múltiples terapia que se reservan a aquellos
casos que no responden a tratamientos habituales y normalmente efectivos.
Una vez tratadas y solucionadas, ¿pueden volver a salir?
Es normal que un niño/a que ha tenido verrugas vuelva a
desarrollar nuevas lesiones en mayor o menor frecuencia hasta que llegue a los
18-20 años. Sin embargo, los padres deben de estar tranquilos con este tipo de
lesiones ya que, como comentamos previamente, en su gran mayoría se resuelven
solas, y en caso de necesitar tratamiento tenemos múltiples opciones para
eliminarlas.
Dr. Antonio Martorell Calatayud
Hospital de Manises, Valencia
Clínica RBE Valencia